Vecinos realizaron varias presentaciones y aseguran que se llevan los ejemplares en "camiones de aserraderos". Indican que tienen un rol fundamental en la absorción de agua de lluvia en esa zona, baja, que no cuenta con desagües pluviales.
“Están talando árboles que están tan vivos como nosotros”, denunciaron vecinos del barrio Lomas del Golf. Se trata de ejemplares que están en una plaza, cerca de la entrada al barrio y de un pequeño lago que se forma por la acumulación de agua de lluvia, dado que la zona no cuenta con desagües pluviales.
Según relató Perla, una vecina del sector, la situación comenzó en diciembre y recientemente se reactivó, a pesar de la oposición de muchos vecinos.
Con unas 15 firmas de habitantes de ese sector, se elevó una nota la Enosur, pidiendo explicaciones “sobre la tarea de tala indiscriminada que se está realizando en nuestro barrio”.
Y agregan que “nos gustaría contar con el compromiso de reforestación del lugar ya que, como sabemos, es de suma importancia para nuestro ecosistema”.
Según la denuncia, la tala se estaría llevando a cabo con un permiso de poda apócrifo, dado que, no solo indica que se autoriza la poda o remoción de ejemplares enfermos o que puedan provocar riesgo a las personas, cuando en realidad están cortando árboles sanos, sino que las firmas son de dudosa autenticidad. “La firma del presidente del Enosur es un círculo y no tiene ni aclaración ni sello y la firma de la Dirección General, tiene sello, pero es de una persona que hace siete meses no trabaja en esa dependencia”, explicó la vecina.
Según Perla, quien asegura haber recibido amenazas por oponerse a la tala y hacer pública la situación, “es el presidente de la sociedad de fomento del barrio quien está interesado en la tala”.
“Vienen con camiones de aserradero y se llevan la madera. Antes estaba tupido y ahora está desolado, quedan unos pocos árboles”, señaló la vecina, resaltando que se está afectando “el pulmón de la zona”.
Asimismo relató que “en enero vino un ingeniero y se suspendió la poda, pero aparentemente la volvieron a autorizar desde el Enosur. Fue ahí cuando pedí ver el permiso y me opuse a que pasaran a talar. En ese momento vino el presidente de la sociedad de fomento y me dijo que me deje de embromar y de meterme con él. Se cree dueño del barrio”.
Ante esa situación, la vecina, junto a otros habitantes del barrio acudió al Enosur y a la Municipalidad a pedir explicaciones pero “se me cerraron las puertas, parece que este hombre tiene muchas amistades en la Municipalidad”.
“Queremos parar esto, es una injusticia, muchos vecinos están en contra de la tala, pero nadie se anima a denunciarlo”.
Perla relató que “al lado de la plaza se forma una lagunita. Nosotros no tenemos desagüe pluvial, cada vez que llueve el agua va a parar a esa zona, que es la más baja del barrio. Si no están los árboles no va a haber cómo chupar el agua y nos vamos a inundar todos los que estamos aquí”.